Con motivo del Día de la Paz se ha impulsado desde la coordinación del Proyecto "Escuela Espacio de Paz" un concurso de relatos cortos para fomentar la solidaridad, la igualdad y el respeto; en definitiva, la cultura de la paz.
Estos son los relatos ganadores:
La Paz, de Ainara Jurado Arrabal (1º ESO)
Érase una vez una hormiga que iba caminando y le sorprendió una fuerte lluvia, entonces se cobijó en una seta. Al poco tiempo pasó una mariposa con sus alas mojadas y no podía volar, entonces la hormiga le dejó pasar y así también cobijarse. Pasaron muchos más animalitos y todos, a pesar de que la seta era pequeña, se hicieron una piña hasta que paró de llover. Cuando salieron todos, se quedaron sorprendidos.
Una
rana que los había observado les dijo: "Amigos, ¿no se dan cuenta
de que la magia está en la solidaridad? Cuando todos nos ayudamos se
resuelven todas las cosas".Érase una vez una hormiga que iba caminando y le sorprendió una fuerte lluvia, entonces se cobijó en una seta. Al poco tiempo pasó una mariposa con sus alas mojadas y no podía volar, entonces la hormiga le dejó pasar y así también cobijarse. Pasaron muchos más animalitos y todos, a pesar de que la seta era pequeña, se hicieron una piña hasta que paró de llover. Cuando salieron todos, se quedaron sorprendidos.
La Paz, de Rofaida Bensaid (1º ESO)
Érase una vez un rey que ofrecía una gran recompensa al que
hiciera el mejor cuadro sobre la paz. Cuando todos terminaron, al rey sólo le gustaron dos. El primero tenía un lago muy tranquilo, nubes y gigantescas montañas. El segundo tenía montañas puntiagudas y desnudas. También tenía rayos y una cascada espumosa. Luego él se dio cuenta de que vivían pájaros en un nido y dijo que había ganado el segundo porque la paz no se trata de un lugar donde no hay ruidos ni problemas. La paz es vivir en medio de todas esas turbulencias y, sin embargo, con el corazón tranquilo.
hiciera el mejor cuadro sobre la paz. Cuando todos terminaron, al rey sólo le gustaron dos. El primero tenía un lago muy tranquilo, nubes y gigantescas montañas. El segundo tenía montañas puntiagudas y desnudas. También tenía rayos y una cascada espumosa. Luego él se dio cuenta de que vivían pájaros en un nido y dijo que había ganado el segundo porque la paz no se trata de un lugar donde no hay ruidos ni problemas. La paz es vivir en medio de todas esas turbulencias y, sin embargo, con el corazón tranquilo.